lunes, 27 de enero de 2014

Los primeros copos del 2014 en la Sierra de Gredos.


Al sur de la provincia de Ávila (Castilla y León) encontramos el Parque Regional de la Sierra de Gredos  con una extensión de  86.236 Ha.
El pasado 18 de Enero en dicho paraje,  amaneció con un gran manto blanco  que tiñe de claridad gran parte de la reserva. Las noticias de los primeros copos  del 2014 llegaron por sorpresa y produciendo una gran  sonrisa en los rostros. La nieve además, de ir asociada al frío también es diversión, juego y visualmente el paisaje se ve precioso.


Pasado unos días, cuando las carreteras del Parque Regional se encontraban  más accesibles,  decidimos visitarlo para disfrutar de sus majestuosos picos y de sus endemismos. Llevaba dos días en los que había salido el Sol y comenzaba el deshielo, los riachuelos se mostraban con un gran caudal que en conjunto lo hacía aún mas embellecedor.

El relieve de Gredos desde punto de vista ambiental ofrece una gran un gran hábitat para especies de fauna y flora. Los fuertes desniveles y la diferente orientación de sus montañas ofrecen zonas de umbría y solana, además de contener un gran número de lagunas y gargantas. Entre ellos destaca el circo y la llamada Laguna Grande de Gredos, ambos de origen glaciar, localizados en el pico Almanzor a 2.592 metros.

En este lugar tan singular del Sistema Central existen especies endémicas de flora y fauna. En la fauna endémica encontramos una subespecie de cabra montés (Capra pyrenaica victoriae), la salamandra del Almanzor (Salamandra salamandra almanzoris), el sapo común de Gredos (Bufo bufo gredosicola), Topillo Nival Abulense (Microtus nivalis abulensis), Lagartija Carpetana (Iberolacerta cyreni).





Entre las especies de flora endémicas encontramos, Androsace vitaliana subsp. aurelii luceño, Santolina oblongifolia, Saxifraga pentadactylis subsp. almanzorii, Sideritis borgiae subsp. relegata, Centaurea avilae, Armeria bigerrensis subsp. bigerrensis, Dianthus gredensis y Scrophularia bourgeana


El clima de la Sierra de Gredos está catalogado como de alta montaña por ello es necesario extremar la precaución si se piensa visitar tanto en invierno como en verano. Para ello siempre escoja bien sus rutas, nunca salga sólo, lleve un botiquín de primeros auxilios, piense en los cambios bruscos de temperatura, evite las zonas peligrosas, lleve siempre agua y algo de comida ligera, y sobre todo…CUIDE LA MONTAÑA manteniéndola limpia y respetando a todas las especies que viven en ella. Solo así todos podremos disfrutarla.


Alberto del Álamo de la Cuadra

martes, 14 de enero de 2014

La desaparición de las abejas

Llevamos algún tiempo oyendo hablar de la desaparición de las abejas. Se está produciendo de una manera progresiva, poco a poco, y no se le está dando la importancia que merece en los habituales medios de comunicación.

Normalmente, a la mayoría de las personas no les importa la desaparición de una determinada especie (salvo que sea carismática como un lince o un panda) y mucho menos de un insecto u otro tipo de invertebrado, porque habitualmente les resultan molestos.

Pero, en contra de lo que nos pueda parecer,  si que debería importarnos la desaparición de las abejas. En primer lugar porque  su existencia  mantiene las principales redes tróficas de biodiversidad, y en segundo lugar ya que se estima que entorno a un 75% de los cultivos del mundo dependen de la polinización de las abejas y otros insectos. Lo que quiere decir, citando una célebre frase adjudicada a Einstein “Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”

¿Por qué desaparecen las abejas? Se barajan de manera tres causas globales objetivas que explican el fenómeno: la varroa, un parásito originario de  Asia; el cambio climático, y los neonicotinoides, una familia de insecticidas comercializados de forma masiva en la década de los ochenta.

En Europa se han prohibido pesticidas de estos grupos por el problema que causan a las abejas (Fipronil para el tratamiento de semillas de maíz y de girasol desde el  31 de diciembre de 2013, y previamente clotianidina, tiametoxam e imidacloprid ). Esto parece alegrarnos, desde el gobierno europeo se preocupan por los ecosistemas o la diversidad... Sin embargo el verdadero motivo de esta prohibición son los 22.000 millones de euros que aportan las abejas a la economía europea.

El gran problema que ha tenido el uso de estos compuestos de forma tan masiva, es que la acumulación  de sus residuos que ha afectado de forma dramática a las abejas, ya que se ha demostrado que pueden contaminar la tierra e impregnarla durante años. Sus efectos se producen sobre el sistema nervioso de las abejas, disminuyendo su control térmico y su orientación.

Respecto al tema del cambio climático, una colmena sobrevive bien al invierno cuando ha habido una buena floración en otoño y obtienen el néctar suficiente. Si una colmena ha gozado de una buena floración y entra en invierno con abejas jóvenes puede aguantar. Si durante el año no ha habido suficientes lluvias y la floración no ha sido buena, o ha sido a destiempo, ante la ausencia de reservas, las abejas se ven obligadas a salir en invierno para alimentarse, y mueren, en muchos casos de frío.

Ante esta disminución del número de abejas, se están dando fenómenos muy curiosos entre los agricultores para asegurar su cosecha. Se alquilan panales para asegurar la polinización de las flores, y así un mayor numero de frutos. Esto se ha venido dando sobre todo en invernaderos, donde no llegan las abejas de forma natural; pero cada vez es más común en campo abierto. Cada hectárea necesita de cuatro a seis colmenas. En Estados Unidos, donde no existe ningún tipo de legislación que regule los pesticidas que afectan a las abejas, se alquilan colmenas por 150 dólares para la época de polinización. En España, el precio ronda los 80 euros de media.

Así que chicos, valorad a las abejas. No penséis que son simples bichos molestos, sin función alguna que no deberían existir. Aunque no me guste dar opiniones antropocéntricas: las necesitamos.


Judith Cano Ruiz