jueves, 3 de octubre de 2013

Recogiendo endrinas


Para muchos el mes de septiembre es muy esperado. No estamos hablando de aquellos que ansían la vuelta al cole, ni el cese de los calores del verano, ni si quiera por los que ansiáis poder disfrutar de las Jornadas de la Naturaleza en la Rinconada. Hablamos de los amantes del pacharán, pues en este mes es cuando se recolectan las endrinas, indispensables para la realización de este licor.


Las endrinas son el fruto del endrino, Prunus spinosa, arbusto espinoso perteneciente a la familia de las Rosáceas, presente en la zona central Península Ibérica como acompañante de bosques de montaña, aunque en el norte lo podemos incluso encontrar cercano al nivel del mar.

Con la recogida de estos morados frutos se realiza el Pacharán. La palabra pacharán, proviene del vasco patxaran que significa endrina, y se denomina así, al licor obtenido por maceración de endrinas en aguardiente anisado. En la zona vasca y Navarra es muy típica la recolección de endrinas para la realización del pacharán, no siendo tan popular en nuestra área central. 

El sábado pasado, 21 de septiembre, salimos a recolectar endrinas. Pasamos una estupenda mañana en el campo en la sierra madrileña, durante la cual recogimos tanto endrinas como moras, pero sobre moras hablaremos en otra ocasión. Con las endrinas procedimos a preparar un pacharán. Para su elaboración existen muchas variantes sobre su receta, pero en este blog vamos a explicar la que llevamos realizando durante cinco años, con muy buenos resultados.

Necesitamos 100g de endrinas, 1 litro de anis (personalmente lo proferimos dulce, pero hay quieres mezclan mitad de dulce con mitad de seco), 6-10 granos de café y una ramita de canela. La elaboración es muy sencilla. Tras un paseo por el campo en el que recolectemos nuestras endrinas, con cuidado de no pincharnos, introducimos estos frutos, junto con el café y la canela en el litro de anís. Tendremos que guardarlo en un lugar oscuro para que macere durante unos 9 meses a 1 año, moviéndolo(dando la vuelta a la botella varias veces ) durante las primeras semanas de manera semanal, y a partir del mes y medio, de manera mensual.  Tras pasar los nueve meses, podremos consumirlo, preferentemente frío o con hielo. 

Os invito a probarlo y disfrutarlo, siempre con moderación.




Judith Cano Ruiz

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