Si estáis por el centro de la Península, os recomiendo perderos en algún jaral o cantuesal. La jara pringosa (Cistus ladanifer) y el cantueso (Lavandula stoechas subsp. pedunculata o Lavandula pedunculata) son mis dos flores favoritas. Ambas son arbustos mediterráneos que podemos encontrar en zonas de suelos ácidos. Con esto cada vez que veamos este tipo de vegetación, vamos a saber que el suelo de debajo es ácido, normalmente granitos.
La jara pringosa es un arbusto con hojas lanceoladas, de un color verde muy brillante debido a la presencia del ládano (sustancia que le da el apeltivo de "prigosa") Sus flores son blancas, con los estambres amarillos y en ocasiones vemos en sus pétalos las denominadas "manchas de miel" de un marrón oscuro.
El cantueso es un cámefito, una tipo de mata leñosa, cuyas hojas son de un verde blanquecino, y sus moradas flores se disponen en una inflorescencia en espiga, coronada por dos brácteas también moradas.
Sus aromas y colores son únicos por estas fechas. El verde de las jaras con sus flores blancas y amarillas (en algunos casos decoradas por coquetas marcas de miel, que atraerán a las abejas) o el morado de los cantuesos o lavandas (que también atraen a innumerables polinizadores, pero con un mecanismo mucho más complejo que se merece una entrada entera); entremezcados con embriagadores olores de estas especies, o como muchos dicen , olor a campo, o a monte. Ambas especies, poseen además propiedades aromáticas, ya que transmiten una sensación de paz y armonía.
Un paraje singularmente bello, situado por los montes de Toledo, es el que se encuentra entre Hontanar y Navahermosa, junto a la ermita de La Milagra. El pasado fin de semana nos desplazamos hacia allí, y disfrutamos de su singular belleza. Los habitantes de los pueblos cercanos, realizaron una romería en honor a su virgen, que no podía haber escogido lugar más bello en los alrededores de ambos pueblos.
Otras zonas cercanas, que merece la pena disfrutar, son los jarales cercanos a la Rinconada, en el término de la Puebla de Montalbán situados paralelos a la carretera que une con San Martín de Montalbán, lugar junto con Polán, donde veremos hermosos cantuesales (Todos ellos en Toledo).
Si nos desplazamos a la Sierra madrileña podemos encontrar jaras bajo muchos montes de encinas, como por ejemplo en el monte de Valdelatas. Veremos cantuesos en la zona de San Agustín de Guadalix, o si queremos ver además de un paisaje espléndido (tanto desde el punto de vista de la biología como la geología) ambos tipos de plantas, no debemos olvidar de pasar por la Cabrera madrileña, o por la Pedriza.
Si nos interesa Extremadura, en el parque de Monfragüe también podemos pasear rodeados de jaras y cantuesos.
Judith Cano Ruiz
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