Aunque se supone que el otoño llegó a finales de septiembre,
no es hasta estos días cuando estamos comenzando a ver amarillear y sonrojarse
a algunos de nuestros árboles. Estos días, en los que estamos disfrutando del
sol del veranillo de San Martín (cuya festividad fue ayer 11 de noviembre, así
que felicidades a todos los martines),
son ideales para salir a pasear por el campo y disfrutar de el cambio de
coloración de esta época.
Para ello tenemos que elegir bosques de árboles deciduos
(comúnmente: de hoja caduca), puesto que si paseamos por pinares, encinares u
olivares no notaremos la diferencia en sus hojas, que se mantienen verdes
durante todo el año.
Recomendamos pasear por choperas, robledales o hayedos y
disfrutar de sus amarillos, rojizos y anaranjados que nos hacen deleitarnos con preciosas vistas e, incluso, nos hacen creer que nos adentráramos en un cuento
de hadas. Para aquellos aficionados a la fotografía es una gran oportunidad
para capturar preciosas instantáneas.
¿Dónde ir?
Por nuestra zona los hayedos más cercanos (Montejo y Tejera
Negra) requieren de cita previa para su entrada durante la época otoñal. Si
preparamos nuestra salida con tiempo, podemos realizar las reservas
pertinentes.
Si por el contrario sois más de improvisar, o de levantaros un día con ganas de salir al campo, son de más fácil acceso choperas (también
llamadas alamedas) o robledales.
En nuestra querida Rinconada de Tajo, tenemos un precioso
bosque de chopos bordeando el río.
Respecto a robledales, en los montes de Toledo encontramos
cerca de Navas de Estena, por ejemplo, bosques de roble melojo (Quercus pyrenaica). También recomendamos el bosque al que nos
hemos desplazado este fin de semana, en la sierra de Ayllón, cerca de Riaza
(Guadalajara) o algunos melojares de la sierra madrileña
Existen otros muchos lugares en los que disfrutar del otoño. Si tenéis alguno favorito compartidlo con nosotros.
Autora: Judith Cano Ruiz
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