El parterre está formado por árboles de hoja “perenne” o persistente, que no cambian el color con las estaciones. Laureles, aligustres, cedros, magnolios, cipreses, y boj adornan esta preciosa estampa basada en jardines franceses. Pero además, tenemos un árbol singular, el Ahuehuete, Taxodium mucronatum para los que, como yo, sean amantes de los latinajos. Hablaremos de él en próximas entradas.
Otro lugar maravilloso para visitar en estas fechas, son los alrededores del palacio de cristal. Con el rojizo aportado por el ciprés de los pantanos, perteneciente al mismo género que el ahuehuete (Taxodium distichum) nos dan una singular estampa para disfrutar.
Y aunque parezca mentira para las fechas en que nos encontramos, podremos también disfrutar de una rosaleda plagada de flores, más si cabe que en primavera. Encontramos inesperadas rosas de colores y variedades diversas.
Sin más, os animo a disfrutar un día soleado de otoño (bien abrigados para evitar los catarros) de un maravilloso, y sin duda gratificante, paseo por el Retiro.
Judith Cano Ruiz
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