jueves, 14 de noviembre de 2013

Problemas del agua embotellada


Algunas personas piensan que es mejor, más sano y en general posee muchas más ventajas utilizar agua embotellada que agua del grifo, sin embargo esto no tiene porque ser así.

Empecemos por la parte económica.
Redondeando, porque esté dato varía según los metros cúbicos que se consuman, en Madrid (por tomar un ejemplo) el agua del canal de Isabel II cuesta 1€ el metro cúbico, que si dividimos entre mil tendremos que 1 litro de agua cuesta 0.001 €. Las aguas embotelladas cuestan, si compramos la botella de litro y medio, unos 50 céntimos (variable según marca y supermercado), al cambio nos costaría 0.33 € el litro. Es decir, podríamos tener 330 litros de agua del grifo, por el mismo precio que 1 litro de agua embotellada.

Por supuesto, sería más caro si habláramos de botellas de menor tamaño, y compradas en bares o restaurantes.

Por otro lado, muchas botellas embotelladas contienen, entre otros compuestos químicos, bisfenol A (BPA), compuesto químico utilizado para endurecer los plásticos. El bisfenol a se disuelve en el agua. Este componente afecta en el sistema endocrino y reproductor. Si dejamos en el coche o en un lugar donde se calienten las botellas estos efectos se incrementan.

Y respecto al tema que nos ocupa, el medioambiente. ¿Cuántas botellas de plástico se consumen? Hagamos cálculos. Si consumimos el agua que nos indican los médicos, litro y medio al día, consumiríamos una botella diaria por persona, lo cual al cabo de año son 365 botellas, multiplicado por todas las personas que consumen esta agua… muchas.

La gran mayoría de estas botellas no son recicladas, y acaban como basura, llegando a ríos y mares. ¿Sabíais que una botella tarda unos 700 años en descomponerse? Es decir, si estas botellas hubieran existido durante toda la historia aun podríamos observar la botella en que hubiera bebido Colón.

Con todo esto acabamos con alguna recomendación. Si tenéis que transportar agua, utilizar envases no plásticos, por ejemplo cantimploras de metal, botellas de vidrio o incluso botijos (mucho más castizos aunque más pesados). Si en tu zona el agua no es muy buena aunque es potable, utiliza purificadores de agua. Quizás al principio sean una mayor inversión, pero a la larga ahorrarás bastante dinero. Y si en algún momento no te queda más remedio que comprar agua embotellada: RECICLA. Con 15 botellas se puede fabricar un forro polar, mucho más útil que tener basura en nuestros mares y ríos.

Judith Cano Ruiz

1 comentario:

  1. el botijo es un poco pesado para transportarlo
    Necesitariamos un aguador

    ResponderEliminar