miércoles, 19 de noviembre de 2014

El reciclaje de nuestros abuelos

Hay quien dice que esto de reciclar y de las tres erres no son más que nuevas invenciones de la sociedad, alegando que "toda la vida" se tiraba todo a un mismo vertedero.

Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre la importancia de reducir, reutilizar y reciclar. Pero queremos desmentir, el hecho de que toda la vida, no se hiciera.

Quizás no fuera del modo en que se hace hoy día. No había contenedores de colores en cada esquina, esperando a que la gran cantidad de población, con un consumo y generación de residuos mucho mayor que la sociedad de hace 50 años, deposite sus "desperdicios"

Para empezar, de "toda la vida" se tiraba menos. Las cosas duraban más. No existía la senescencia programada, y si comprabas un electrodoméstico, con un buen uso y un buen técnico te podía durar toda la vida.

La ropa. Se heredaba entre hermanos, se zurzían y recosían calcetines, coderas o rodilleras. Cuando algo realmente se rompía, los retales servían para otros menesteres, ya que fueron los verdaderos inventores del patchwork. O si no, para trapos.

Botellas reutilizables. La cerveza, los refrescos, se vendían en grandes cajas que devolvías al dueño al comprar una nueva. Este las limpiaba y volvía a vender el producto en ellas. Además de más ecológico, el dueño de la fábrica ganaba dinero pues no tenía que fabricar o comprar tantos envases. La leche se vendía en frascas de vidrio reutilizables o cada cual iba con su propia lechera. Pero no, ahora sale más barato comprar de nuevo los recipientes, probablemente a un país en vías de desarrollo, favoreciendo la explotación y el aumento de gases de efecto invernadero a costa del transporte, que volverlas a limpiar.

Restos de comida. Primero, se intentaban reutilizar: los platos tradicionales como las migas, la ropa vieja, las croquetas o pizzas tienen su origen en la reutilización de productos de comidas anteriores. Cuando ya no se podía reutilizar más los restos cárnicos, para los perros o gatos; las verduras, para gallinas o cerdos. O en algunos casos se hacía compost, para abonar el huerto y así obtener más comida. Con el aceite usado, en lugar de arrojarlo por el desagüe, contaminando las aguas que les debían de dar de beber, realizaban jabones para lavar.

¡Ahh! todos los huesos de fruta, las semillas de melones o sandías se guardaban para volverlos a sembrar. ¿Cómo si no iban a comer al año siguiente?

Existía una figura llamada el cartonero. Te daba dinero a cambio de papel o cartón, al peso. El siempre salía ganando, pero era una buena iniciativa para instar a las personas a reciclar. Por no hablar, del emblemático chatarrero, aún presente en nuestros días pero con más importancia hace ya algunos años.

En lo referente al consumo de energía, la gente se abrigaba más porque había menos recursos para calentarse. Usaban en muchos casos la misma estufa o "lumbre" para cocinar y calentar la casa, o calentarse ellos en el campo. Sí, la combustión de madera destruía nuestros bosques, pero no se dependía de unos pocos controladores del petroleo o gas para tener calor. Actualmente, gracias a muchas nuevas iniciativas, se está intentado utilizar restos de vegetales agrícolas para obtener calor. Nueva forma de hacerlo.

¿Por qué reciclar ahora?

Los tiempos han cambiado. Para nuestra comodidad, no tenemos que salir al bosque cada vez que necesitamos leña, ni al río cada vez que queremos lavar. Vivimos una vida más cómoda, pero sumida en la vorágine consumista que nos rodea. Nos sale más barato comprar un "algo" nuevo que llevarlo a reparar.

¿y qué hacemos con lo que tiramos? Abundan las imágenes de vertederos en África. Les damos basura porque no cabe en nuestro territorio, posiblemente a cambio de comida, dinero o armas. ¿y cuando no haya más Áfricas? Siempre quedará el espacio, podremos tirar de manera infinita objetos al universo, al menos hasta que nos tapen el sol...

No sé si notais la ironía, pero esto es insostenible. Reciclando, se puede dar una nueva vida a muchos objetos. Por ejemplo, hacer como antaño, embases nuevos con los envases o compost con restos orgánicos. En el fondo, todo es como antes, pero nos hemos vuelto demasiado cómodos. Necesitamos que alguien lo haga por nosotros.

Ahora, si no vas a reciclar, porque piensas que esto no son más que tonterías, que toda la vida todo se tiraba al mismo contenedor, te pediría que hicieras " como toda la vida" que guardes tus semillas, alimentes a tus animales, que hagas tu compost, recicles tu ropa, etc, etc, etc. Solo así, me convencerás que lo del reciclaje es una invención del mundo moderno, y que antes todo esto no pasaba.


Judith



1 comentario:

  1. No estoy del todo de acuerdo con lo de que el uso del leñas destruía los montes, al contrario (siempre que no se abusase) este aspecto producía que los montes estaban limpios, con lo que se reducían los riesgos de incendios, que eran provocados por ganaderos para la obtención de pastos.

    De todas maneras, mi enhorabuena. ¡Interesantísisma reflexión!

    Un saludo

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