Parecía un domingo en que todos los planes salían mal. Íbamos a ir de excursión a unas rutas superchulas, para luego comentarlas con vosotros, pero ayer a última hora se fastidiaron los planes. Decidí entonces levantarme algo más tarde y hacer repostería, pero ... me di cuenta de que me faltaban ingredientes.
Tras haber comprado, ya preparada y manos a la obra, me encontré con que me falta leche. Salgo corriendo a comprar y ¡Horror! ¡Me he dejado las llaves! ¡Me he quedado en la calle! Por suerte pude contactar y fui a buscar unas.
Con todo este desastre de día, en el camino a las llaves, me encontré con dos chicos que me hablaron de un mercadillo ecológico. Yo iba atacada en busca de unas llaves, pero prometí a la vuelta pasarme, y así hice.
Como bien dice nuestro querido refranero español: "No hay mal que por bien no venga", pues pese a pensar que estaba siendo un desastre de día, si todo esto no hubiera acontecido no hubiera pasado por este lugar, y estos chicos no me hubiera hablado de la presencia de este precioso mercadillo.
El mercadillo se encontraba en un lugar privilegiado, una calle con muchas casillas todas ellas rodeadas de jardines. Ya sabéis de mi pasión por las plantas, y este entorno iba haciendo que me fuera a gustar este lugar.
Entrando en un patio, a la sombra de los árboles, se encontraba el mercadillo. En él, dos artesanas, Elvira e Inma, (Two bee-z) me mostraron sus obras. ¡Todo era con materiales reciclados! Cartelería decorativa, hecha con palets abandonados; marcadores de copas fabricados con chapas de botellas de cava, o corchos reutilizados; sales de baño y velas, realizadas de manera artesanal y con productos naturales; o un caballito de mar decorativo, hecho con madera que el mar deja a la deriva. La iluminación de algunos de los elementos, estaba en consonancia con el medio ambiente, pues utilizaba luz Led, de bajo consumo.
En resumen, me encantó. Y gracias a Inma y Elvira, verdaderas artistas, me di cuenta de que con cosas de las que tiramos a la basura, se pueden hacer auténticas obras de arte. (Si quereis podeís seguirlas en su facebook.) ¡Ah! y que no hay día malo, si no planes que van cambiando.
Judith
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